martes, 19 de enero de 2010

Historia de Cuba IV



A río revuelto: Ganancia de pescadores


Pues en 1898 d.c. pasó más de lo mismo, pero con menos y menores sofisticados medios mediáticos. Se inventaron un ataque, proveniente del país decadente y de mierda, que era España en aquel entonces a un barco norteamericano, el Maine, en el cual no se si murieron o no norteamericanos de a pie, pero que seguro que a los grandes gerifaltes les sudó la polla, pues lo primero es la patria, el honor, la bandera y el dólar. Y que fue obra de los españoles es una cosa probada muy de sobra, pues sino: párense a pensar qué es lo que mas le convenía militar y navalmente a España en aquel momento, con una flota 10 veces inferior en número y potencia destructiva a la norteamericana. Pues eso, que habiendo quitado del medio (¿es del medio o de enmedio?), al pringapais que estaba dando como podía sus últimos coletazos de grandeza, invadieron Cuba de una forma tan magistral y supina, que debería estar en todos los manuales de invasiones a países pobres: (hay que reconocerlo, eso si que lo hacen de forma digna de aplauso): entraron como libertadores y colegas por la puerta grande de atrás y sin que los cubanos se dieran cuenta (es una metáfora) se quedaron con toda la isla, convirtiendo a Cuba en el prostíbulo de América, nombre muy usado en los textos de historia, pero no del todo exacto, pues no me imagino a un ecuatoriano, o a un boliviano con el gorro de lana con orejeras atando a la llama a la puerta del puticlub; a no ser que el término "América", para los norteamericanos de América del norte venga a decirnos de forma subliminal que América solo hay una y que ya nos imaginamos cual es.

El Maine, momentos antes de su explosión.



Aquí tenemos a los agentes secretos del gobierno en su huida tras colocar la bomba en el Maine.



¿O eran estos otros?



-Eh¡¡ compadres, helmanos¡¡¡ ¿como va la cosa? Veniros pa Cuba que el comunitmo es guai. ¡¡¡¿Que hay una sola patera en la isla?¡¡¡ . Pues la compattimos. Ningún cubano sin su patera.


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