Historia de Cuba III

Fumar habanos, o no fumar habanos: esa es la cuestión. Mariano Rajoy
Y al igual que le echaron un morro que te cagas en la 2ª guerra de Iraq, porque un alelao pseudocompatriotaadiestrado por ellos de nacionalidad árabe-saudí les tocó el orgullo (más bien les tocó los cojones financieros con un par de Boeings), tras de lo cual, este menda, se escondió en unas covachas de Afganistán, con unos antiguos compañeros de clase de terrorismo, de la universidad de Wasinton, y tras de lanzar dos o tres bombitas por allí "por el que dirán", aprovecharon que el Mississippi pasa por Luisiana y nos comieron el coco a toda, todita la población mundial, (descubriendo de forma empírica que el número de lelos es mucho mayor al de pensantes), e invadieron Iraq; país que no había tenido nada que ver, país soberano amparado por la ONU ("que pa lo que vale"), país que estaba totalmente prohibido atacar , país que ya habían decidido invadir, antes ya de que se sacaran de la manga todas las excusas inexcusables posibles, país que ya se habían repartido (la tarta); y así robarles el dictador, (con lo cuidadito y lustroso que lo tenían), robarles la paz (que aunque un poco de forma chunga, hay que reconocerlo, mejor que ahora, si estaban), robarles las piezas interesantes de los museos, robarles la vida de niños mujeres y hombres inocentes (incluso proamericanos), robarles la vida a sus propios soldados yanquis y a sus familias, que arengados por las letras de canciones heavy metal siniestras, iban a jugar a la guerra, a jugar a matar iraquíes como quien va de caza de conejos, y sobre todo, sobre todo, a robarles el petroleo, objetivo principal de la guerra y de todo el supermontaje que supera a la ficción de la película mas bélicotontuna; el robo del petroleo, si; y de esta noble forma recuperar un poco la economía armamentista que andaba de capa caída.
Por si a alguno le interesa mis fuentes, no son ni garganta profunda, ni garganta irritada de gritar "no a la guerra" ni ningún militar arrepentido. Si en lugar de ver los telediarios de la tele (que sirven lo mismo que la ONU), se hubiera molestado en seguir el proceso en los periódicos del día a día, le habría pasado lo que a mi: que aparte de una úlcera por indignación de ver el morro que se puede tener, de ver la ignorancia del pueblo , de ver, sobre todo, las ganas de marcha que tenemos de que pase algo interesante en el mundo, aunque sea matar a gente, para así tener algo que comentar en el café con los compañeros de curro; y ver como nos la metían doblada. Cito a Bush: Ya nos importa un bledo que lo de las armas de destrucción masiva sea verdad o mentira, nosotros ya hemos decidido invadir Iraq por la patilla y por el petroleo y digan lo que digan quien lo diga, pasado mañana empieza la guerra; Pero el caso es que todos sabemos que todo fue una comedia de Calderón de la Barca y nadie hace nada (ni yo mismo ¿eh¡¡¡?), solo Michael Moore, y si no hagan un esfuerzo y alquilense el DVD Farenheit 9-11 y luego saquen las conclusiones debidas de porqué hay gente, mucha gente, que debería pasar por los tribunales.




He de pedir perdón pues en la entrada anterior saqué unos supuestos retratos de los indios norteamericanos (los de las plumas), y por error, publiqué las fotos oficiales de la selección española de fútbol para el mundial de Sudáfrica.
Aquí si que sí, paso comprobadas las fotografías de los grandes jefes indios, con sus respectivos y significativos nombres:


Grajo que vuela bajo, peligro para el badajo



Pluma de halcón, tócame un cojón



Alce que baila con oso, abril florido y hermoso



Castor juguetón, gástase todo en el euromillón



Nutria manchada de salsa de tomate



Nutria enfadada, estas manchas no salen con nada



el que come bisontes y el cabrón no comparte



Pintor fabuloso, este Durero, ¿donde he dejado el cenicero?



Los horrores de la guerra: Francisco de Goya y Lucientes (museo de arte contemporáneo de Bagdag)



- Si me aseguráis la democracia y la libertad en Cuba prometo, como negro que soy, ser diferente, quitar el bloqueo y pasar de invadiros. Y además a lo mejor me pongo a fumar.